28. El té





Laura recibió el mensaje de Sofía cuando estaba tomando el té con los padres de Marc, y no pudo evitar un gesto de sorpresa y malestar.

—¿Malas noticias, querida?

Laura no sabía qué responder, pero no quiso darle la noticia del embarazo de Nina hasta no haber hablado a solas con su ex-marido.

—Sí, parece que mi anciano padre no está muy bien de salud y temen por su vida.

—¡Cuánto lo siento, querida! Yo también perdí a mi padre no hace mucho. ¡Sé lo que se siente!

—Ha sido muy amable al invitarnos, pero tengo que despedirme para preparar el viaje de regreso, mi madre me pide que vuelva lo antes posible.

—Es una verdadera pena que tengas que dejarnos, pero un padre es más importante que unas vacaciones. Sí, vaya; vaya con su padre lo antes posible.

Cuando salieron de la casa, Laura estaba profundamente afectada, lo que alarmó a su ex-marido.

—Laura ¿qué ocurre?

—¡Lo que nos temíamos, Nina está embarazada!

—¡Con solo 15 años!

—¿Qué haremos ahora, Sergio?

—No lo sé, pero debemos ir en su busca ahora mismo. Nina necesita nuestra ayuda y tenemos que conocer su opinión.

—¿Y cuál es la tuya, Sergio?

—Nina no puede ser madre con 15 años, tal vez debemos considerar la posibilidad de un aborto, ¡si no es demasiado tarde!

—¿Pero sin consultar con el padre?

—Ese joven es un calavera, no sería capaz de asumir esa gran responsabilidad! No, Laura, es mejor que no sepa nada del embarazo.

—¡Nuestra pequeña Nina embarazada de un joven irresponsable! ¿Cómo ha podido suceder? ¡Pero yo soy la responsable! ¿Cómo puedo presentarme ante ella sin sentirme culpable?

—Laura, no te atormentes. ¡Todos somos culpables!

Emprendieron viaje directamente desde la casa de los padres de Marc hacia la localidad de Sofía.

—Nina no sabe que tú estas aquí —comentó Laura durante el viaje—, espero que eso le sirva de consuelo. Se alegrará de verte. Pero creo que es mejor que me encuentre primero yo sola con ella. Quiero saber si todavía está resentida conmigo o si me ha perdonado. Después le daremos la sorpresa de nuestra reconciliación. ¿Estás de acuerdo?

—¡Claro, Laura!

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